Las obras subterráneas como minas y túneles son entornos de trabajo duros y peligrosos: tanto que un descuido en el detalle puede generar enormes problemas ante una situación difícil.
El nivel de preparación mental y física, la agilidad de respuesta ante situaciones complejas, y la meticulosidad con los protocolos son determinantes para poder llevar a cabo un buen trabajo bajo las condiciones extremas en las que se opera.
No es sorprendente que muchos operadores comparen el descenso para trabajar en una mina con el esfuerzo físico, la atención al detalle y la calma en situaciones de riesgo que se requiere en actividades como el alpinismo o el submarinismo: se viven situaciones de adversidad en las que un descuido menor puede acarrear terribles consecuencias.
El emplazamiento de minas en lugares remotos puede retrasar la intervención de equipos de rescate de emergencia así como la asistencia médica: un corte profundo que se pueda subsanar rápidamente en un hospital implica problemas mayores cuando no hay equipos sanitarios cerca.
El equipo de Putzmeister Underground ha compilado una lista de factores a tener en cuenta antes de bajar.
¿Ha trabajado en proyectos de construcción subterráneos? Comparta sus consejos en los comentarios.
- Adaptarse a la altura y la temperatura de antemano: Muchas minas, p.ej. en Perú, se encuentran a gran altitud, por lo cual es necesario adecuarse a las condiciones para evitar mareos e hipoxias, los denominados Mal de Altura o Soroche. En otras minas, las temperaturas pueden descender hasta -30° como en Rusia, o superar los 40° como en Sud-África; así que es preferible exponerse a ello con antelación.
- Descansar y evitar el alcohol: La noche anterior es imprescindible asegurarse de dormir bien, evitando el consumo de alcohol e incluso determinados medicamentos. Muchas operaciones mineras y de construcción subterránea harán chequeos médicos como espirometrías, pruebas de esfuerzo, análisis de sangre, orina o pruebas de alcoholemia para determinar que el operador está en plenas facultades físicas y mentales antes de proceder al frente.
- Comprobar el equipo de protección individual: Es vital asegurarse de que todos las partes del equipo están disponibles y en buenas condiciones: mono de trabajo, cinturón o arnés de seguridad, casco, guantes, gafas, botas, etc.
- Asegurarse del buen funcionamiento de su lámpara: la lámpara es su línea de salvación en una mina. Proporciona iluminación al portador, y le permite ser visto por el resto del equipo, de manera que existe un código de señales para indicar si es seguro proseguir o desplazarse hacia atrás. Asegúrese de que dispone de la batería adecuada para la duración de la jornada.
- Familiarizarse con el funcionamiento del autorescatador: este equipo es esencial para la supervivencia en caso de emergencia. El equipo está dotado de un respirador que proporciona oxígeno en circunstancias extremas como un incendio o desprendimiento. Es imprescindible saber cómo se maneja para evitar problemas de dosificación: su mal uso puede causar heridas como quemaduras en el esófago.
- Recoger bien equipo cuando utilice el transporte: para los desplazamientos en jaula, o cualquier otro modo de transporte en el interior de la mina, es importante asegurarse de que no sobresale ni cuelga ningún elemento del equipo, ya que pueden quedar enganchados con la roca y provocar accidentes.
- Familiarizarse con vías de evacuación y refugios: En obras con refugios, asegúrese de que recuerda la topografía de la obra, y que está familiarizado con las ubicaciones de los refugios y la ruta de acceso más fácil en caso de emergencia.
- Mantener la calma y vigilancia: las condiciones de trabajo subterráneo significan que muchas labores se pueden estar desarrollando de manera simultánea: puede haber varios equipos en un mismo túnel, voladuras que generan mucho ruido y conmoción. Es crucial mantener la calma y permanecer vigilante.
- Respetar las medidas de seguridad en vigencia de la mina: Cada mina es un mundo, y el conjunto de reglas establecidas se han estudiado para su adecuación al entorno.
- Comprobar su propia seguridad antes de ayudar a otros: Los operarios son siempre instruidos en valerse por sí mismos, preocupándose de prestar ayuda a otros miembros del equipo una vez que hayan asegurado su propio equipo ante una situación de emergencia.