Sabías que. . . ¿el hormigón puede repararse a sí mismo?

Sabías que. . . ¿el hormigón puede repararse a sí mismo?

El hormigón es impresionante. De calles a puentes a edificios y proyectos de infraestructura en general, lo podemos encontrar en cada rinconcito del mundo. Y dado los auges masivos en el sector de la construcción a nivel de países emergentes como lo es China, no desaparecerá del radar por ahora. Sin embargo, con esta importante demanda, vienen nuevas técnicas para optimizar el material al máximo. Este es el caso preciso del denominado hormigón vivo. Justo cuando se pensaba que el sanarse estaba relacionado con la vida, aquí tenemos otro ejemplo de la tecnología rompiendo barreras. ¿Se puede imaginar un mundo con calles sin grietas? ¡Pues a nosotros nos parece fenomenal! Veamos lo que conlleva este nuevo proceso prometedor.

Colapso bajo estrés: el hormigón de toda la vida

Como la mayoría de los materiales de la construcción, el hormigón no es inmune al desgaste – o el proceso de envejecimiento, si se puede. El frío y el calor extremos, al igual que otros factores, pueden tener graves repercusiones sobre el material, causando grietas que luego se tendrán que reparar. Como regla general, el proceso de mantenimiento del hormigón se lleva a cabo de una de las tres siguientes maneras: parcheando el hormigón, reforzando el hormigón, o simplemente demoliendo el hormigón y comenzando de cero. Pero eso  toma mucho tiempo, es caro, y además, no muy digerible para el medio ambiente. ¿Y si, tal y como el cuerpo humano, el hormigón tuviese la capacidad innata de repararse a sí mismo? Fue precisamente esta duda lo que inspiró al microbiólogo Hendrik Jonkers de la Universidad de Tecnología de Delft en Holanda, a descubrir el potencial regenerador del hormigón.

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Como sanar huesos, pero para el hormigón

Se conoce que el cuerpo humano tiene la capacidad de reparar huesos por vía de la mineralización. Ahora bien, ¿el mismo proceso se podría aplicar al hormigón? Jonkers y su equipo pensaron que sí, y gracias a sus esfuerzos, el hormigón vivo goza de existencia. Pero, ¿cómo funciona exactamente? La técnica de Jonkers consiste en agregar una bacteria productora de piedra caliza y auto activada, dentro del hormigón. Su tarea se enfocó entonces no solo en encontrar unas bacterias que se activaran en el hormigón sino que también produjeran material para reparar el concreto – y esto lo logró con Bacillus pseudofirmus o Sporosarcina pasteurii.

Estas bacterias se mezclan y se distribuyen uniformemente por el hormigón. Una vez que la lluvia o la humedad penetran las grietas, el proceso se dispara, y las bacterias comienzan a producir la piedra caliza que finalmente reparará las grietas. (Vaya ironía: el rival número uno del hormigón – el agua – es el mismo que dispara la respuesta curativa.) Este proceso es similar al que llevan a cabo las células osteoblastas en nuestro cuerpo, que producen huesos.

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¿Qué futuro le espera al hormigón vivo?

El futuro luce de lo más prometedor para el nuevo material. Sin embargo, no lo verá sanando baches grandes por ahora – la tecnología actualmente puede remediar grietas con hasta 0.8 mm de ancho y no más. Dicho esto, Jonkers y su equipo tienen la vista fija en proyectos de infraestructura en países en vía de desarrollo, dónde opinan que la tecnología podría ayuda a reducir los costes de mantenimiento de manera considerable.

 

Fuentes:

https://www.theguardian.com/sustainable-business/2015/jun/29/the-self-healing-concrete-that-can-fix-its-own-cracks

http://www.iflscience.com/chemistry/self-healing-concrete-repairs-its-own-cracks/

http://cen.acs.org/articles/94/i6/Helping-Concrete-Heal-Itself.html

 

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